La principal diferencia se encuentra en la raza, el jamón serrano proviene del cerdo blanco o no ibérico mientras que el ibérico proviene de la raza ibérica, única y propia de la Península Ibérica.  

Aunque este tipo de jamón se puede encontrar en todo el mundo, como bien hemos dicho, dependiendo de la raza de cerdo blanco que provenga y el tratamiento y tiempo de curación que se le dé, podemos identificar distintos sabores, calidades o características que son las que diferencian el jamón de cada región o país.

En España somos expertos jamoneros, llevamos muchos años dedicándonos a la cría del cerdo blanco y del ibérico (único y exclusivo de la península ibérica) y hemos conseguido situar el jamón como un producto estrella dentro de la gastronomía de todo el mundo. La experiencia que tenemos en el proceso de elaboración y curación del jamón es única. Por ese motivo, el jamón serrano español, al que nosotros llamamos Gran Reserva, tiene un valor añadido en nuestra tierra.

Porque es un jamón seleccionado siguiendo unos controles de calidad muy exhaustivos. En el proceso de curación mantenemos la grasa suficiente para que el jamón pueda curarse durante 18 meses, superando el tiempo de curación del resto de jamones serrano del mercado. Para Enrique Tomás el proceso de cuidado y mimo es el mismo en todos sus jamones, sean ibéricos o no ibéricos, para que el resultado sea un jamón sabroso, de una calidad excepcional y de los mejores del mercado.

En nuestra web  lo identificarás a través de su etiqueta color rosado que incluye las 3 estrellas de Enrique Tomás.

Responde a esta pregunta con otra: ¿domino la técnica del corte? Si nunca has cortado jamón, o te sientes inseguro, lo mejor es que lo pidas ya cortado porque no sólo no te harás daño, sino que obtendrás más jamón que si lo cortas tú mismo porque nuestros expertos lo aprovechan al máximo.

Por otro lado, la gran ventaja de pedirlo loncheado es que puedes consumirlo a medida que lo necesites y a lo largo de varios meses, mientras que si lo compras entero (con hueso) se recomienda consumirlo en unas tres semanas y la paleta en dos semanas.

Aunque existe la creencia de que el jamón serrano no es para comer solo, si no que se usa más como acompañamiento en platos o en forma de bocadillo, eso no es cierto. El jamón serrano gran reserva es suficientemente bueno como para disfrutarlo comiéndoselo solo. Se puede consumir a cualquier hora del día, en el desayuno, la comida, la merienda o la cena. Dependiendo de la finalidad y lo que a cada uno le apetezca, puede comerse en forma de bocadillo, en tacos como tapa, en lonchas como aperitivo o en taquitos o virutas como ingrediente estrella de cualquier plato.

 La pieza entera se recomienda conservarla en un lugar seco y fresco y preferiblemente colgado o en un jamonero. Una vez empezado el jamón se recomienda consumirlo en menos de 21 días para que mantenga todo su sabor, calidad y propiedades. En verano se debe consumir en menos de 16 días. Cortar cada vez solo el jamón que se vaya a consumir en ese momento y ponerle un paño que no suelte pelusa para que no le dé la luz y esté lo menos expuesto al aire hasta la próxima vez que se vaya a volver a cortar.